¿Qué es la anorexia?

La anorexia es uno de los trastornos mentales que ha experimentado más crecimiento en los últimos años, apoyándose en la presión social creciente dónde se fomenta a través de medios y redes sociales el culto al cuerpo perfecto. No es casual que la anorexia sea más común en chicas jóvenes dónde la presión para estar guapa es mayor, aunque en los últimos años los casos de anorexia en edades más avanzadas y hombres están creciendo.

Si nos atenemos a los síntomas, la anorexia se caracteriza por:

Criterio A: Restricción de la ingesta energética que lleva a un peso inferior al mínimo esperado.
Criterio B: Miedo intenso a ganar peso o engordar, incluso cuando se tiene un peso significativamente bajo.
Criterio C: Alteración en como uno mismo percibe su peso y su constitución, siendo incapaz de reconocer que se está en peligro incluso cuando el peso es muy bajo.

Otros criterios o síntomas pueden ser en mujeres jóvenes la falta de menstruación o amenorrea, labilidad o cambios de humor, perfeccionismo en otros ámbitos de la vida como estudios o trabajo.

Hay dos grandes subtipos dentro de la anorexia, el restrictivo se caracteriza por el control obsesivo de la ingesta predominando el ayuno, la dieta y el ejercicio obsesivo. El tipo compulsivo o purgativo alterna episodios de ayuno con otros de atracones que van seguidos de acciones purgativas como el vómito, el ejercicio extremo, laxantes, diuréticos, etc.

La anorexia puede ir de leve (IMC igual o mayor a 17) a extrema (IMC más bajo de 15), el índice saludable de IMC es el rango que va de 20 a 25. El IMC se calcula dividiendo el peso en kg por la altura en metros al cuadrado.

Las remisiones en la anorexia a menudo son sólo parciales, sobretodo cuando los pacientes son ingresados. Una remisión parcial es cuando el paciente sube de peso, pero no desaparece ni el miedo a engordar ni la visión distorsionada de su cuerpo, es decir, se mejora en el criterio A pero se conservan los criterios B y C.

Para que la remisión de la anorexia pueda ser completa es necesarios abordar el problema alimenticio, pero también ir mucho más allá. La anorexia es un síntoma producido por un conjunto de variables, es cierto que hay una gran presión social por el culto al cuerpo, pero en la anorexia también se observa como los pacientes suelen desarrollar los síntomas cuando hay algo en su vida que de repente les angustia y escapa a su control. Puede ser una ruptura amorosa, una amistad pérdida o el reto de afrontar los estudios o un trabajo nuevo.

A esto se suelen unir dinámicas de relación que no son del todo adaptativas, oscilando entre la dependencia y la desafección emocional. A veces la imposibilidad de mantener un equilibrio en las relaciones con los demás, hace que la atención se centre en el cuerpo como un objeto que si puedo cambiar y controlar a voluntad.

Es importante también explorar la historia familiar y la posición que ocupa la comida en las relaciones, no es raro que la anorexia se de en familias preocupadas por la imagen que dan al exterior o justo lo contario, que en familias dónde se come emocionalmente y hay sobrepeso de repente un miembro desarrolle anorexia.

Sea cuál sea la situación, se necesita averiguar y trabajar también todos esos factores que desencadenan y promueven la anorexia, el terapeuta debe ayudar al paciente a descubrir y trabajar que sufrimiento está oculto tras un cuerpo que no para de adelgazar.

El abordamiento de la anorexia debe ser lo más temprano posible, cuanto antes se aborde la situación más posibilidades hay de una recuperación. El abordaje puede hacerse a través de la terapia psicológica individual que muchas veces se combina con terapia familiar, especialmente en casos con adolescentes. En los casos más graves el acompañamiento terapéutico en el hogar puede ser necesario, ya que la angustia en las horas de la comida hace que tengan que estar acompañados de un profesional para poder ingerir algo de alimento.

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